lunes, 27 de mayo de 2013

La educación interdisciplinar

El sistema educativo actual se basa en la división del conocimiento en distintas disciplinas, en la compartimentación de los contenidos en áreas curriculares aisladas, independientes del resto de materias que constituyen el proceso de enseñanza-aprendizaje.

A pesar de la vigencia de principios pedagógicos que se sustentan en un saber holístico, este planteamiento sigue estando presente en las escuelas.

Frente a la habitual distribución de las materias curriculares entre numerosos profesionales y especialistas, la dificultad para globalizar e integrar el conocimiento resulta más que evidente. En consecuencia, se hacen necesarias actuaciones interdisciplinares que permitan dar sentido y unidad a los distintos aprendizajes que reciben los alumnos en nuestros centros escolares.

¿De qué me sirve enseñar el contexto histórico del siglo XX desde el punto de vista de los acontecimientos históricos en el área de Conocimiento del medio, social y cultural y desde la perspectiva de los movimientos literarios en la asignatura de Lengua castellana y literatura si luego los alumnos no son capaces de asociar y unificar ambos contextos y hechos destacados adquiriendo una visión global de la realidad del siglo XX? ¿No sería más fácil para los alumnos que los profesores de dichas materias se pusieran de acuerdo para impartir estos contenidos una sola vez y de forma general entrelazando el currículo de ambas áreas y haciendo referencia tanto al contexto histórico como al contexto literario del siglo XX?

Lo mismo ocurre con todos los contenidos que forman el currículo tanto de la educación obligatoria como superior. Y es que, todos los conocimientos transmitidos a los alumnos a lo largo de su formación están interrelacionado entre sí y es del aprendizaje y la comprensión global de la realidad de donde van a extraer todo aquello que necesitan para desenvolverse en sociedad.

Los niños necesitan tener una visión general de la realidad para poder comprenderla y manejarla. De nada les sirve asumir contenidos divididos en áreas si no son capaces de asociar los aprendidos en una materia con los aprendidos en otra. Por ello, debemos promover instrumentos, experiencias, estrategias de enseñanza que fomenten la interdisciplinariedad y ayuden a integrar los distintos conocimientos en una misma globalidad evitando reducir los aspectos matemáticos al aula de matemáticas, las cuestiones musicales al profesor especialista de educación musical y los contenidos del área de plástica al área de plástica.

Como todo, esto conlleva un trabajo adicional y de innovación que los maestros deben asumir y poner en marcha con el objetivo de mejorar el aprendizaje de sus alumnos y con la finalidad de promover aprendizajes significativos.
 
Bibliografía

Casals, A., Vilar, M., Ayats, J. (2008). La investigación-acción colaborativa: Reflexiones metodológicas a partir de su aplicación en un proyecto de Música y Lengua. Revista Electrónica Complutense de Investigación en Educación Musical, volumen 5, (4).

miércoles, 22 de mayo de 2013

Los elementos morfológicos de la imagen: la textura

Textura es sinónimo de aspecto, se refiere a las características de superficie de una figura, imagen, objeto, artefacto, etc. De modo que podemos decir que una superficie es suave o rugosa, áspera o fina, lisa o decorada, mate o brillante, opaco o transparente, blanda o dura, fría o caliente, etc.

 
En el campo de las artes visuales se trabaja con dos tipos de texturas:
·      Textura del soporte
·      Textura de los materiales aplicados sobre el soporte

Las texturas, a su vez, pueden ser:
·         Táctiles: la información que percibimos a través de la vista coincide con la información que percibimos a través del tacto.
·         Visuales: la información que percibimos a través de la vista no coincide con la información que percibimos a través del tacto.
 
Bibliografía

http://blogs.ua.es/mikii/2012/05/20/elementos-morfologicos-de-analisis-de-una-imagen/

http://tecnologiaedu.us.es/cursos/29/html/cursos/tema_correa/3-3-1.htm

sábado, 18 de mayo de 2013

Los elementos morfológicos de la imagen: la forma, el plano y el contorno


·      La forma puede ser definida como un signo gráfico con una superficie delimitada, con una cierta extensión. En muchas imágenes las formas particulares se distinguen por estar encerradas en el contorno de una línea.
 
Villafañe (1992: 126-127) considera que hay que hacer una distinción entre el concepto de forma y el de estructura. Cuando utiliza el término «forma» se refiere al aspecto visual y sensible de un objeto o de su imagen, al conjunto de características que se modifican cuando dicho objeto cambia de posición, de orientación o, simplemente, de contexto. Aquellas otras características inmutables y permanentes de los objetos, sobre las cuales reposa su identidad visual, las designa con el término de «estructura» o «forma estructural».
 
Teniendo en cuenta esta distinción, Villafañe (1992: 134 y ss.) habla de tres tipos de representación:
 
La proyección: implica adoptar un punto de vista fijo, en el que veamos sus características estructurales y representar un único aspecto del objeto.
 
 
El escorzo: se toma la imagen en sentido oblicuo o perpendicular.
 
 
La superposición: establece una jerarquía y articula el espacio en diversos términos.
 
 
·      Las formas lisas que no son reconocidas como puntos o líneas son planos.
 
Existen dos tipos de plano, el plano de representación y el plano como elemento icónico. El plano que encontramos con más frecuencia es el plano como elemento icónico. Su función es delimitar el espacio plástico. Tiene una naturaleza absolutamente espacial. No sólo queda ligado al espacio de la composición, sino que, además, implica otros atributos como los de superficie y bidimensionalidad, por lo que, generalmente, se representa asociado a otros elementos como el color o la textura (Villafañe, 1992: 108).
 
 
 
La bidimensionalidad, como sistema de planos frontales, está representada en su forma más elemental por la relación de figura y fondo. Aquí no se tienen en cuenta más que dos planos. Uno de ellos ha de ocupar más espacio que el otro, y de hecho tiene que ser ilimitado; la parte directamente visible del otro tiene que ser más pequeña y estar delimitada por un borde. Uno de ellos se sitúa delante del otro. Uno es la figura, el otro es el fondo (Arnheim, 1979: 255).
 
 
 
·      Muy unido al concepto de línea, aparece el concepto de contorno. La línea describe el contorno. Son tres los contornos básicos de los que podemos hablar: el cuadrado, el círculo y el triángulo. Cada uno de ellos, tiene carácter específico y rasgos únicos, al mismo tiempo que se le pueden atribuir gran cantidad de significados. Así, al cuadrado se le asocian significados de torpeza, honestidad, rectitud y esmero; al triángulo, la acción, el conflicto y la tensión; al círculo, la infinitud, la calidez y la protección (Dondis, 1992: 58).
 
Bibliografía
 

jueves, 16 de mayo de 2013

Los elementos morfológicos de la imagen: la línea

Elemento que puede ser definido como la unión de dos puntos. Según el punto de vista geométrico la línea tiene longitud, pero no anchura, pero desde el punto de vista gráfico sí y además tiene textura y trayectoria.

Pueden otorgársele valores a los tipos de líneas, ya que podemos identificar las líneas rectas verticales y horizontales con la quietud y, por el contrario, las líneas oblicuas y las curvas con la acción y la movilidad, que rompen la monotonía del encuadre.
 
Encontramos líneas tanto en los elementos naturales como artificiales; tanto en las composiciones geométricas como orgánicas.








 
La línea desempeña diferentes funciones:
 
·         Definir los contornos
·         Estructurar el plano
 
 
·         Representar las formas
 
 
·         Representar la perspectiva
 
 
·         Modelar el volumen
 
 
·         Crear texturas y tramas
 
 
·         Sugerir movimiento y ritmo
 
 
·         Expresar emociones e ideas
 
 
La línea se presenta de tres maneras básicamente diferentes (Arnheim, 1992: 247-248):
·         Línea objetual: cuando las líneas se perciben como objetos unidimensionales. La combinación visual de líneas está regida por la ley de la simplicidad.
·         Línea de sombreado: un grupo de líneas paralelas muy próximas entre sí, crean un esquema global tan simple que se combinan formando una superficie coherente. Dejan de ser objetos individuales y actúan como líneas de sombreado, que forma tramas que sirven para dar volumen a los objetos y aportar profundidad al plano de la representación.
·         Línea de contorno: La forma podemos verla en un principio como una línea objetual, pero después se transforma en contorno de un objeto bidimensional, convirtiéndose en parte de un todo.
 
Bibliografía
 

lunes, 13 de mayo de 2013

Los elementos morfológicos de la imagen: el punto

Según Dondis (1976: 55) es la unidad más simple, irreductiblemente mínima, de comunicación visual. Cualquier punto tiene una fuerza visual de atracción sobre el ojo, tanto si su existencia es natural como si ha sido colocado con algún propósito.

 
Si el punto se sitúa en el centro del encuadre, la relación establecida es de equilibrio y tiene la función de estimular visualmente al receptor. Cuando el punto se desplaza del centro hacia cualquier otro lugar del encuadre, surge un desequilibrio, una fuerza de inestabilidad. En este caso, pretende crear una tensión o atracción. (Aparici, 1990).
 
 










Villafañe (1992: 99) comenta que existen tres propiedades que definen al punto como elemento plástico, que son la dimensión, la forma y el color, cada una de las cuáles, según las innumerables posibilidades de variación que poseen, hacen posible que el punto, por sí solo, pueda cumplir perfectamente cualquier función plástica, incluso el de iniciar una técnica pictórica particular como es el puntillismo.
 
 

 











Seurat, “La Torre Eiffel”, 1889












Seurat, “El Sena”, 1888


 
Los puntos pueden ser visibles, cuando marcan una posición geométrica, y no visibles.
 
 
Cuando los puntos están tan próximos entre sí que no pueden reconocerse individualmente, aumenta la sensación de direccionalidad y la cadena de puntos se convierte en otro elemento visual distintivo: la línea (Dondis, 1976: 56).
 
Bibliografía

http://blogs.ua.es/mikii/2012/05/20/elementos-morfologicos-de-analisis-de-una-imagen/

http://tecnologiaedu.us.es/cursos/29/html/cursos/tema_correa/3-3-1.htm

domingo, 12 de mayo de 2013

Los elementos morfológicos de la imagen: el color

Cuando creamos una imagen no podemos hacerlo de cualquier forma. Parece algo sencillo pero en realidad lleva tras de sí un proceso de construcción bastante complejo ya que tiene que hacer llegar al receptor un mensaje determinado, producir sensaciones y transmitir ciertos sentimientos y emociones.

A la hora de idear una imagen, disponemos de una serie de elementos de cuya combinación se pueden obtener obras de arte realmente interesantes, curiosas y con gran capacidad de comunicación:
·         Elementos morfológicos (asociados con la forma de la imagen): punto, línea, forma, textura y color.
·         Elementos temporales o dinámicos: iluminación, composición, retórica visual, armonía y contraste, equilibrio, tensión, ritmo.
·         Elementos escalares: tamaño, escala, proporción, formato.

A continuación, vamos a estudiar cada uno de los elementos morfológicos que podemos tener en cuenta en la constitución de una imagen.
 
El color: se trata de una experiencia sensorial ligada íntimamente a la luz, siendo ésta la fuente de todos los colores, es decir, éstos se ven por una interrelación entre la luz y los objetos.
 
El color está cargado de información y es una de las experiencias visuales más penetrantes que todos tenemos en común. Por tanto, constituye una valiosísima fuente de comunicadores visuales (Dondis, 1992: 64).
 
El contraste de colores suele resultar de una gran expresividad plástica.
 
 
 
El color saturado es simple, casi primitivo y ha sido siempre el favorito de los artistas populares y los niños. Carece de complicaciones y es muy explícito. Cuanto más intensa o saturada es la coloración de un objeto visual o un hecho, más cargado está de expresión y emoción.
 
 
 
El color tiene una simbología cultural y puede presentarse en dos vehículos diferentes: sobre soporte luz y sobre soporte pigmento.
·         La combinación de colores en esta última modalidad se denomina «mezcla sustractiva» donde la combinación de los colores primarios (magenta, cyan y amarillo) da como resultado los secundarios (verde, naranja y violeta). La combinación de los tres colores primarios tiende al negro.
·         En cambio, cuando los colores van sobre soporte lumínico, sus planteamientos son diferentes: los primarios son otros (rojo, verde y azul violáceo) y los resultados de sus mezclas son distintos. La suma de los tres, por superposición, da el blanco, y la ausencia total de ellos es el negro. Esta es la mezcla que se utiliza, por ejemplo, en la televisión en color para lograr, a partir de estos tres primarios, todos los colores que aparecen en pantalla (García, 1995).
 
Bibliografía
 
 

martes, 7 de mayo de 2013

La retórica visual: los recusos retóricos

Las figuras retóricas de las que se sirve el lenguaje de la publicidad para atraer la atención del espectador y suscitar el interés por un determinado producto son muy diversas. Veamos algunas de las más importantes:

·         Acentuación: el objeto de interés se presenta fuertemente contrastado con respecto al resto de la imagen.
 
 
·         Acumulación: repetición de imágenes con pequeñas variables en mismo contexto.
 
 
 
 
 
 
·         Alegoría: figura que consiste en hacer patentes un sentido recto y otro figurado, ambos completos, a fin de dar a entender una cosa expresando otra diferente.
 
 
·         Anacoluto: intercambio de elementos que visualmente supone una imagen imposible.

 
 
·         Anáfora: repetición de una o más palabras al comienzo de varios versos o frases.
 
 
·         Antítesis: contraposición de una frase o una palabra a otra de significación contraria.
 
 
·         Asíndeton: asociación de dos o más iconos unidos mediante una separación entre ellos apareciendo yuxtapuestos o superpuestos.
 
 
·         Comparación o Símil: relación entre dos o más elementos estableciendo las semejanzas y diferencias existentes entre ambas con el objetivo de dar idea viva y eficaz de una de ellas.
 
 
·         Elipsis: supresión de un elemento, sobreentendido por el contexto.

 
 
·         Hipérbole: representación exagerada de la realidad.
 
 
·         Ironía: expresión de lo contrario a lo que se piensa de tal forma que por el contexto, el receptor puede reconocer la verdadera intención del emisor.
 
 
·         Metáfora: designar un objeto por medio de otro basándose en una relación de semejanza establecida entre los mismos.
 
 
·         Metonimia: sustitución de un término por otro por alguna relación de causalidad, procedencia, etc.
 
 
·         Personificación: atribución de características o cualidades humanas a seres inanimados o entidades abstractas.
 
 
·         Sinécdoque: consiste en mostrar una pequeña parte de un objeto para comunicar un todo. O el efecto contrario, mostrar el todo para destacar la eficacia de una pequeña parte.
 
 
Bibliografía