lunes, 29 de abril de 2013

El color: propiedades y sintaxis

El mundo es de colores. Donde hay luz, hay color. El color es un atributo que percibimos de los objetos cuando hay luz. Ahora bien, ¿Por qué un objeto es de un color y no de otro? ¿Por qué a la hora de pintar el salón de casa o nuestra habitación preferimos un determinado color antes que otro?

Efectivamente existe una gran variedad de colores entre los cuales elegimos uno y otro en función del efecto o sensación que queremos que produzcan en nosotros o bien según la finalidad del contexto en el que queremos aplicar dicho color.

No todos los colores son iguales. De hecho, el ojo humano es capaz de distinguir alrededor de 10 millones de matices de colores diferentes. Esto se explica mediante las 3 propiedades del color definidas por Albert Münsell en el siglo XX:

·         Matiz o Tono: características que nos permite diferenciar unos colores de otros.
·         Luminosidad o Brillo: es la cantidad de luz reflejada por una superficie en comparación con la reflejada por una superficie blanca en iguales condiciones de iluminación.
·         Saturación: intensidad cromática o pureza de un color.
 
 
Además debemos tener en cuenta también la temperatura del color, medida en grados Kelvin (ºK). La escala de temperatura Kelvin comienza en cero absoluto o -273 ºC, que es teóricamente la temperatura más fría posible, correspondiendo con los tonos azules y aumentado progresivamente hacia los tonos rojos.

 
Pues bien, todo esto debe ser tenido en cuenta a la hora de crear composiciones artísticas ya que los colores no pueden combinarse de cualquier forma sino teniendo en cuenta la sensación o el efecto que queremos provocar en el espectador.
 
El color ofrece muchas y muy diversas posibilidades creativas ya que la combinación de tonalidades es inmensa según el modo en que hagamos interaccionar los colores entre sí.
 
Ningún color puede ser considerado un valor absoluto. Cuando dos o más colores se encuentran dispuestos de manera cercana, nuestra percepción de ellos se modifica. Estos cambios pueden darse en una o más propiedades del color (matiz, saturación y luminosidad).
 
En el momento de unir o asociar colores, hay que tener en cuenta dos conceptos muy útiles e importantes:
 
Armonía: coordinar en una composición colores que tienen una parte en común al resto de los colores componentes de la misma.
En todas las armonías cromáticas se observan tres colores: uno dominante, otro tónico y, por último, uno de mediación. El dominante es el más neutro y de mayor extensión. Sirve para destacar los otros colores que forman la composición. El tónico es el de mayor valor. Suele ser complementario del color dominante. El de mediación actúa como modo de transición entre los dos anteriores. Es cercano al color tónico en el círculo cromático.
Por ejemplo, en la siguiente composición, el color dominante es el amarillo, el violeta el tónico y el color verde produce una sensación más fría que si hubiésemos utilizado un tono anaranjado.
 
 
 
 
 
 
 
 

 
Contraste: se produce cuando en una composición se utilizan colores que no tienen nada en común, que no guardan ninguna similitud.
 
Existen 7 tipos de contrastes diferentes:
·         De tono: cuando utilizamos el mismo color de base pero en distinto nivel de saturación y luminosidad.
 
 
·         De claro/oscuro o contraste de grises: el punto extremo está representado por blanco y negro, observándose la proporción de cada uno.
 
 
·         De color: contraste entre colores puros.
 
 
·         De cantidad: consiste en poner mucha cantidad de un color y otra más pequeña de otro.
 
 
·         Simultáneo: depende del color del fondo de la imagen.
 
 
·         Entre complementarios: se utilizan un color primario y otro secundario opuesto en el círculo cromático.
 
 
·         Entre tonos cálidos y fríos: es la unión de un color frío y otro cálido.
 
 
Conociendo estos dos conceptos, tenemos que saber que de la combinación de unos colores con otros se derivan muchos efectos tanto a nivel óptico como de sensaciones, emociones e incluso transmisión de ideas y sentimientos.
 
Por ejemplo, un color puede hacer parecer a una superficie más cercana o lejana, más chica o más grande. Los colores fríos tienden a alejar, al igual que los colores luminosos. Por el contrario, los colores cálidos u oscuros producen sensación de cercanía.
 
Por otro lado, los tonos fríos y claros parecen más livianos y menos sustanciales mientras que los cálidos y oscuros parecen más pesados y densos.
 
Conocer los efectos visuales que producen los diferentes colores ayuda a crear la sensación deseada.
 
Bibliografía
 

jueves, 25 de abril de 2013

El color: semántica

El color, al igual que todos los demás componentes del lenguaje humano, esconde tras de sí un significado, el cual no es intrínseco a dicho color sino que está determinado por los códigos operantes en el contexto en que aparezca. Esto explica en cierto modo las sensaciones y reacciones que un determinado color produce sobre las personas que se interrelacionan con él.

Los efectos psicológicos son básicamente de dos tipos:
·         Directos: hacen que un espacio o ambiente parezca alegre o sombrío, frío o cálido, etc.
·         Indirectos: relacionados con los afectos y con asociaciones subjetivas u objetivas de los individuos frente a los colores. Por tanto, este tipo de efectos varía en función de la persona y sus características o experiencias personales.
 
A continuación, vamos a analizar el significado asociado a cada uno de los colores para así poderlo tener en cuenta a la hora de escoger entre un color u otro en función de la finalidad con que se quiera utilizar.
 
·         Rojo: es el color del fuego y de la sangre. Es el más caliente de los colores cálidos. Se relaciona con la pasión, los impulsos y el peligro. Es el color de la vitalidad y la acción. Aumenta el deseo y la excitación. Expresa sensualidad, virilidad y energía. Si ocupa grandes espacios en una habitación puede resultar agobiante, generar actitudes agresivas e incluso despertar la cólera.

 
 
·         Naranja: es un color incandescente, ardiente y brillante. Estimula el esparcimiento, la vitalidad, la diversión y el movimiento. Simboliza entusiasmo y exaltación. Posee una fuerza activa, radiante y expresiva, de carácter estimulante y cualidad dinámica positiva y energética. Cuando es muy encendido o rojizo sugiere ardor o pasión y puede llegar a irritar.
 

 
 
 
 
 
 
 



·         Amarillo: genera calor, provoca el buen humor y la alegría. Actúa como un energizante positivo. Suele interpretarse como jovial, afectivo, excitante e impulsivo. Se relaciona con la naturaleza ya que es el color de la luz del sol. Es el más sutil de los colores cálidos. Significa también envidia, ira y cobardía. Simboliza arrogancia, oro, fuerza, voluntad y estímulo. Con el rojo y el naranja constituye los colores de la emoción. Mezclado con negro sugiere enemistad, disimulo, brutalidad, recelo. Mezclado con blanco expresa debilidad o miedo. Cuando tiene una leve tendencia verdosa, simboliza la riqueza.
 
 
 
 
 
 

 
·         Verde: significa realidad, esperanza, razón, lógica y juventud. Sugiere humedad, frescura y vegetación. Simboliza la naturaleza, el crecimiento y la fecundidad. Mezclado con blanco expresa debilidad o pobreza. Es un color de extremo equilibrio, porque está compuesto por colores de la emoción (amarillo = cálido) y del juicio (azul = frío). Se utiliza para neutralizar los colores cálidos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
·         Azul: transmite seriedad, confianza y tranquilidad. Favorece la paciencia, amabilidad y serenidad, aunque utilizado en exceso produce fatiga o depresión. Es el color del infinito, de los sueños y de lo maravilloso. Simboliza la sabiduría, la amistad, la fidelidad y el sosiego. También significa descanso. Mezclado con blanco es pureza, fe. Mezclado con negro es desesperación.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
·         Violeta: representa el misterio. Se asocia con la intuición y la espiritualidad. Es un color algo melancólico. Es el color de la templanza, la lucidez y la reflexión.
 

 
 
 
 
 
 

 
·         Marrón: es un color masculino, severo, confortable. Es evocador del ambiente otoñal y da la impresión de gravedad y equilibrio. Es el color realista, tal vez porque es el color de la tierra que pisamos.
 

 
 
 
 
 


 
·         Rosa: es el color del encanto, la cortesía, la sensibilidad y lo sentimental. Representa la infancia. Es el color de lo femenino. Es el color de la ilusión, la ensoñación y el romanticismo.
 
 
·         Blanco: su significado es asociado a la fe, la pureza y la paz. Es un color purificador, brinda sensación de limpieza y claridad. Ayuda a alejarse de lo sombrío y triste. Es la fusión de todos los colores y la absoluta presencia de la luz. Es el símbolo de lo absoluto, de la unidad y de la inocencia.
 

 
 

 
·         Negro: tradicionalmente se relaciona con la oscuridad, la formalidad y la solemnidad. Es el color de la tristeza. Es la ausencia del color. Se debe utilizar en cantidades pequeñas como accesorios, detalles y espacios dónde no se permanezca por mucho tiempo. Si se usa en grandes cantidades puede resultar agobiante.
 


 
·         Gris: expresa elegancia, respeto, desconsuelo, aburrimiento. Simboliza neutralidad, indecisión y ausencia de energía. Se encuentra entre el blanco y el negro y es el producto de la mezcla de ambos. Si se utiliza en exceso en un ambiente, lo hará parecer monótono y aburrido. Es un color neutro.
 









Bibliografía
 
http://s3.accesoperu.com/wp6/includes/htmlarea/mezclador/ayuda/epc.htm

http://www.fotonostra.com/grafico/lenguajecolor.htm

miércoles, 24 de abril de 2013

El color. Movimientos artísticos

El arte, entendido desde el punto de vista de la pintura, ha pasado por diferentes momentos a lo largo de la historia hasta llegar a su momento actual. Cada uno de estos períodos se caracteriza por unos rasgos y unas cualidades propias y adecuadas a la personalidad y condiciones de su época.
 
·         Impresionismo: movimiento pictórico francés, que surge a finales del siglo XIX. Aparece como reacción contra el arte académico y es considerado el punto de partida del arte contemporáneo.
Los impresionistas ponen el énfasis en la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana. Uno de sus primeros objetivos fue captar una representación del mundo espontánea y directa, y para ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos. La luz tiende a difuminar los contornos y refleja los colores de los objetos circundantes en las zonas de penumbra.
Eliminan los detalles minuciosos y tan sólo sugieren las formas, utilizando para ello los colores primarios como el cyan, el magenta y amarillo. Además aplican los colores complementarios como el naranja, el verde y el violeta. Con esa técnica logran dar una ilusión de realidad, aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de color cortas y logrando gran brillo en sus pinturas.
Édouard Manet es considerado el primer Impresionista. Otros representantes de este movimiento son: Edgar Degas, Claude Monet, Berthe Morisot, Camille Pisarro, Auguste Renoir y Alfred Sisley.










E. Manet, “Desayuno sobre la hierba”, 1862-63
 
 
 








C. Pissarro, “Paisaje en Pontoise”, 1874










A. Renoir, “Moulin de la Galette”, 1876


A. Sisley, “Chemin de la Machine, Louveciennes”, 1873
 
 
·         Neoimpresionismo: movimiento artístico que surge en Francia a finales del siglo XIX, profundizando en algunos rasgos de los pintores impresionistas como son los Divisionistas (que utilizan la pincelada dividida en trazos muy pequeños) y los Puntillistas (que emplean una pincelada en forma de puntos para descomponer totalmente la imagen).
A los neoimpresionistas o postimpresionistas no hay que entenderlos bajo un estilo unificado y definido, sino que la obra de cada uno de ellos responde a la individualidad de sus planteamientos.
Es una corriente liderada por Georges Seurat y Paul Signac, cuyas raíces hay que buscarlas en el Impresionismo.

Las principales características del neoimpresionismo son:
- Preocupación por el volumen.
- Formas bien definidas (pero sin perfiles).
- Preocupación por el orden y la claridad.
- Retorno a la ordenación meditada del cuadro, aplicando los principios clásicos de la composición.
- Aplicación firme del principio de la mezcla óptica: los tonos se dividen o descomponen en los colores básicos puros para que el ojo los restituya en la visión lejana normal.
- Utilización de la técnica del puntillismo.
- Predilección por asuntos como puertos, orillas de ríos y escenas circenses (Signac).
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
G. Seurat, “El circo”, 1891
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

G. Seurat, “Port de Gravelines”, 1890
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
P. Signac, “El desayuno”, 1886-87
 
 
 
 
 
 
 
 
 
P. Signac, “El Boulevard Clichy bajo la nieve”, 1886
 
 
 
·         Japonismo: término que se utiliza para denominar la influencia del arte japonés en el arte occidental.
El Japonismo dio inicio con la llegada de la técnica del grabado policromo a París. Se caracteriza por la captación de escenas espontáneas, algo que fascinaría a artistas franceses impresionistas. En dichas escenas la figura de la geisha desempeña un protagonismo considerable. Del mismo modo, es destacable la representación de actores de kabuki (forma de teatro japonés), de luchadores de sumo, de chonin (burguesía nipona) o de samuráis.

 
Las principales características del Japonismo son:
- El fervor por la naturaleza.
- El uso de colores planos y vibrantes.
- Agrado por el color dorado y los fondos del mismo color.
- El predominio de líneas claras, descriptivas y decorativas.
- La asimetría e irregularidad, fruto de la falta de perspectiva, la luz sin sombras y las áreas planas en las composiciones.
- La libertad de composición, al colocar a los sujetos descentrados organizándolos en ejes diagonales.
- Suele emplear frecuentemente materiales que dan a la obra aspecto de gran riqueza.
- Tranquilidad y austeridad.
- En ocasiones, las manifestaciones artísticas están impregnadas de un halo religioso-espiritual.
- Centrado en temas de la vida cotidiana, actividades comunes y corrientes.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Monet, “La Japonesa
 
Van Gogh, “El ciruelo en flor
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hokusai, “36 vistas del Fuji: Soshu umezawa-sai
 
 
·         Cloisonismo: estilo forjado en 1887-1888 por Louis Anquetin y Émile Bernard, inspirado en las estampas japonesas y en las antiguas vidrieras y esmaltes, y que se convertirá en el catalizador de los experimentos más avanzados de Gauguin al permitirle una nueva organización de la superficie pictórica mediante áreas de color planas y un dibujo simplificado.
Es un estilo de pintura postimpresionista donde se utilizan colores planos, en contornos oscuros perfectamente delimitados. Se caracteriza por su efecto decorativo, su calidad formal y sus pinturas no tienen profundidad ni sombras. Necesita algún efecto decorativo.
Su nombre viene dado por su similitud con el esmalte cloisonné.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gauguin, “El Cristo amarillo”, 1889
 
 
Gauguin, “La visión después del sermón: Jacob luchando con el ángel”, 1888
  
·         Pos-impresionismo: término que se aplica a los estilos pictóricos de finales del siglo XIX y principios del XX tras el impresionismo.
El postimpresionismo es tanto una extensión del impresionismo como un rechazo a sus limitaciones. Los postimpresionistas continúan utilizando colores vivos, una aplicación compacta de la pintura, pinceladas distinguibles y temas de la vida real, pero intentan llevar más emoción y expresión a su pintura.
Algunos representantes de este movimiento son: Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 P. Cézanne, “Los jugadores de naipes

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
         
P. Gauguin, “La bella Angele

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Van Gogh, “Autorretrato
 

 
Bibliografía