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Impresionismo:
movimiento
pictórico francés, que surge a finales del siglo XIX. Aparece como reacción
contra el arte académico y es considerado el punto de partida del arte
contemporáneo.
Los impresionistas ponen el énfasis en
la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana. Uno de sus primeros
objetivos fue captar una representación del mundo espontánea y directa, y para
ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos.
La luz tiende a difuminar los contornos y refleja los colores de los objetos
circundantes en las zonas de penumbra.
Eliminan los detalles minuciosos y tan sólo sugieren
las formas, utilizando para ello los colores primarios como el cyan, el magenta
y amarillo. Además aplican los colores complementarios como el naranja, el
verde y el violeta. Con esa técnica logran dar una ilusión de realidad,
aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de color cortas y logrando
gran brillo en sus pinturas.
Édouard
Manet es considerado el primer Impresionista. Otros representantes de este
movimiento son: Edgar Degas, Claude Monet, Berthe Morisot, Camille Pisarro,
Auguste Renoir y Alfred Sisley.
E. Manet, “Desayuno
sobre la hierba”, 1862-63
C. Pissarro, “Paisaje en Pontoise”, 1874
A. Renoir, “Moulin de la Galette”, 1876
A. Sisley, “Chemin
de la Machine, Louveciennes”, 1873
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Neoimpresionismo:
movimiento artístico que surge en Francia a finales del siglo XIX, profundizando
en algunos rasgos de los pintores impresionistas como son los Divisionistas
(que utilizan la pincelada dividida en trazos muy pequeños) y los Puntillistas
(que emplean una pincelada en forma de puntos para descomponer totalmente la
imagen).
A
los neoimpresionistas o postimpresionistas no hay que entenderlos bajo un
estilo unificado y definido, sino que la obra de cada uno de ellos responde a
la individualidad de sus planteamientos.
Es
una corriente liderada por Georges
Seurat y Paul Signac, cuyas raíces
hay que buscarlas en el Impresionismo.
Las
principales características del neoimpresionismo son:
- Preocupación por el
volumen.
- Formas bien definidas (pero sin perfiles).
- Preocupación por el orden y la claridad.
- Retorno a la ordenación meditada del cuadro, aplicando los principios
clásicos de la composición.
- Aplicación firme del principio de la mezcla óptica: los tonos se dividen
o descomponen en los colores básicos puros para que el ojo los restituya en la
visión lejana normal.
- Utilización de la técnica del puntillismo.
- Predilección por asuntos como puertos, orillas de ríos y escenas circenses
(Signac).
G. Seurat, “El circo”, 1891
P. Signac, “El Boulevard Clichy bajo
la nieve”, 1886
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Japonismo: término que se utiliza
para denominar la influencia del arte japonés en el arte occidental.
El Japonismo dio inicio con la llegada de la técnica del grabado policromo a París. Se caracteriza por la captación de escenas espontáneas, algo que fascinaría a artistas franceses impresionistas. En dichas escenas la figura de la geisha desempeña un protagonismo considerable. Del mismo modo, es destacable la representación de actores de kabuki (forma de teatro japonés), de luchadores de sumo, de chonin (burguesía nipona) o de samuráis.
El Japonismo dio inicio con la llegada de la técnica del grabado policromo a París. Se caracteriza por la captación de escenas espontáneas, algo que fascinaría a artistas franceses impresionistas. En dichas escenas la figura de la geisha desempeña un protagonismo considerable. Del mismo modo, es destacable la representación de actores de kabuki (forma de teatro japonés), de luchadores de sumo, de chonin (burguesía nipona) o de samuráis.
Las principales características del Japonismo son:
- El fervor por la naturaleza.
- El uso de colores planos y vibrantes.
- El fervor por la naturaleza.
- El uso de colores planos y vibrantes.
- Agrado por el color dorado y los fondos del mismo
color.
- El predominio de líneas claras, descriptivas y decorativas.
- La asimetría e irregularidad, fruto de la falta de perspectiva, la luz sin sombras y las áreas planas en las composiciones.
- La libertad de composición, al colocar a los sujetos descentrados organizándolos en ejes diagonales.
- Suele emplear frecuentemente materiales que dan a la obra aspecto de gran riqueza.
- Tranquilidad y austeridad.
- En ocasiones, las manifestaciones artísticas están impregnadas de un halo religioso-espiritual.
- Centrado en temas de la vida cotidiana, actividades comunes y corrientes.
- El predominio de líneas claras, descriptivas y decorativas.
- La asimetría e irregularidad, fruto de la falta de perspectiva, la luz sin sombras y las áreas planas en las composiciones.
- La libertad de composición, al colocar a los sujetos descentrados organizándolos en ejes diagonales.
- Suele emplear frecuentemente materiales que dan a la obra aspecto de gran riqueza.
- Tranquilidad y austeridad.
- En ocasiones, las manifestaciones artísticas están impregnadas de un halo religioso-espiritual.
- Centrado en temas de la vida cotidiana, actividades comunes y corrientes.
Monet,
“La Japonesa”
Hokusai,
“36 vistas del Fuji: Soshu umezawa-sai”
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Cloisonismo:
estilo
forjado en 1887-1888 por Louis Anquetin
y Émile Bernard, inspirado en las
estampas japonesas y en las antiguas vidrieras y esmaltes, y que se convertirá
en el catalizador de los experimentos más avanzados de Gauguin al permitirle una
nueva organización de la superficie pictórica mediante áreas de color planas y
un dibujo simplificado.
Es un estilo de pintura postimpresionista donde se
utilizan colores planos, en contornos oscuros perfectamente delimitados. Se
caracteriza por su efecto decorativo, su calidad formal y sus pinturas no
tienen profundidad ni sombras. Necesita algún efecto decorativo.
Su nombre viene dado por su similitud con el esmalte cloisonné.
Gauguin, “El
Cristo amarillo”, 1889
·
Pos-impresionismo:
término que se aplica a los estilos pictóricos de finales del siglo XIX y
principios del XX tras el impresionismo.
El postimpresionismo es tanto una
extensión del impresionismo como un rechazo a sus limitaciones. Los
postimpresionistas continúan utilizando colores vivos, una aplicación compacta
de la pintura, pinceladas distinguibles y temas de la vida real, pero intentan
llevar más emoción y expresión a su pintura.
Algunos representantes de este movimiento son: Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van
Gogh.
P. Gauguin, “La bella Angele”
Van
Gogh, “Autorretrato”
Bibliografía
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